Luis “El Gallo” pide suspensión de redadas masivas y cerco militar de barrios populares, en lucha contra delincuencia

El presidente de la Unión Demócrata Cristiana –UDC-, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, pidió hoy al presidente Luis Abinader que disponga la suspensión de las redadas masivas de la policía y el cerco militar de barrios populares, como recurso para enfrentar la delincuencia.

Afirmó que la militarización de los barrios para detener a delincuentes, es una medida que también golpea a las familias cristianas y trabajadoras, y esos zafarranchos pueden hacer zozobrar el magnífico programa social y de asistencia comunitaria que lleva a cabo el presidente Abinader.

Asimismo, el ministro de Interior y Policía, y el Jefe de la Policía, deben proceder a dar prioridad a la investigación y a la detención selectiva, para sacar a todos los delincuentes de las calles, sin necesidad de poner a un sector en virtual estado de contra-insurgencia.

Añadió que convertir a los barrios en escenario de tropas entrando en las casas y patio por patio para detener a jóvenes que consideran sospechosos, no sigue el ritmo de los planes sociales y de protección barrial que lleva a cabo el presidente Abinader.

La delincuencia no se combate solo con el fusil sobao, sino también llevando pan, educación, trabajo y amor a los barrios marginados, y lo saben las mujeres y los hombres de la UDC que tenemos años realizando asistencia social en las zonas que la Policía señala en rojo en su cuadrante de seguridad.

Afirmó que cuando se tira a 500 agentes, policías, guardias y anti-drogas a cercar un barrio y detener a todo el que parezca sospechoso, se pone en peligro el estado de derecho y el marco legal de que primero se investiga y luego se detiene.

Los organismos de seguridad para triunfar en la lucha contra el crimen, manifestó, tienen que trabajar con investigación, inteligencia y la colaboración de los moradores de los barrios, no metiéndole miedo.

Añadió que las redadas masivas contra la delincuencia atormentan a los residentes serios de las barriadas populares, y origina detenciones de jóvenes que no han cometido violaciones de las leyes y van o salen de sus trabajos, o centros de estudios.

La policía lo que necesita es tener un acercamiento con la gente buena de los barrios, ayudar a los jóvenes sanos, y cuando 500 agentes cercan a un sector, por ejemplo a Capotillo, siembran el temor de las madres por la detención de sus hijos que son estudiantes o trabajadores.

Pidió que a los delincuentes se les aprese y se les someta al orden, pero con detenciones selectivas, que sean producto de investigaciones, con las pruebas básicas acompañadas por la orden fiscal.

En la República Dominicana las redadas masivas con intervención de guardias y policías traen el recuerdo de viejas experiencias de violaciones de los derechos humanos, por lo tanto en esta ocasión el cerco militar de los barrios debe ser suspendido y privilegiar la investigación y la detención selectiva de los delincuentes.

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