La Alcaldía de Santo Domingo Este se vio sorprendida por el incumbente que llegaba despues de decir, en una entrevista, que ser alcalde es relativamente fácil porque es administrar recursos y si se hace apegado a lo que dice la Ley, no hay problemas.
Sin embargo, olvidó que el poder del entramado social, las relaciones, la propia naturaleza del dominicano y de la sociedad podrían hacerlo cometer errores, amarrarlo a lo imposible de ejecutar o hacerse el de la vista gorda hasta poder ejecutar lo que manda la ley.
Los errores que tienen que ver con La Ley, en una Alcaldía, emanan, en teoría, de la Dirección Jurídica pues, en teoría, y solo en teoría, el Consultor Jurídico es quien analiza cada ejecutoria o posible decisión del alcalde para no errar.
La reciente sentencia desfavorable a la Alcaldía en el TSA, sumado a los errores de sustituciones y otros que aun no salen a la luz, dicen dos cosas: que la actual alcaldía no tendrá paz en cuanto al escrutinio ciudadano y que la única forma que tiene de protegerse es que cada uno de esos pasos sean profundamente consultados.
El Alcalde es solo el administrador, mandado él y sus decisiones por lo que las leyes manden en cada uno de los casos. Es la Ley y no los hombres los que trazan el camino de lo correcto.
