SDE a la espera de un periodismo objetivo, independiente y no vinculado con los grupos de poder
La dádiva durante otros tiempos calmó a periodistas y comunicadores de demasiados medios, que no averiguaron por los múltiples casos de corrupción que atrasaban la ciudad, que no señalaron que el programa Limpia nos arruinaba y arruina, que no denunciaron la inmovilidad de una ciudad nunca atendida, ni un cementerio olvidado y descuidado, ni mercados hediondos y desorganizados ni mil males que hacen aun hoy de Santo Domingo Este una ciudad albergue con ciudadanos considerados de segunda clase a los cuales ni el Metro se les ha terminado.
Los anteriores alcaldes llenaban las manos de canastas (a mi dos veces de parte de Alfredo Martinez) y algún que otro con programa de TV o radio según estuvieras «pegado» con el incumbente de turno, mientras a privilegiados les llenaban de millones sus arcas desde programas estelares de la Radio y Tv Nacionales.
Le toca al actual alcalde que, no dado a prácticas clientelares olvidó que a muchos llamados prensa había que darles (o comprarles) con un bono navideño so pena de ser condenado a la hoguera.
Hoy, cuando Manuel olvidó el segmento clientelar del cuarto poder, que en muchos casos olvidó su propia esencia como prensa, la objetividad, la crítica descarnada lejos del sicariato digital y el dame lo mio, está a punto de pagar el no alimentar la charca de micrófonos y plumas que presionan a incumbentes y funcionarios so pena de cambiar sus matrices de opinión si no son alimentados como alpiste para palomas.
Muchos consideran que estar en buenas con el alcalde es publicar lo que su dirección de comunicaciones publica cuan Copia y Pega, sin averiguar si es cierto o es falso, sin ir al lugar de los hechos, sin acudir al llamado de las comunitarios y sus barrios, sus penurias… pocos reportan la dificultad de la basura porque dizque hay que tratar bien al alcalde para «ver a linda», o no detectan un nuevo hueco, o denuncian la falta de agua, o los apagones, o conocen los entes que inciden en la sociedad de la ciudad, solo publican lo que se les dice que publiquen sin haber podido evitar los ataques descarnados contra la gestión por el solo hecho de haber roto el complaciente Status Cuo de antaño.
Para colmos, al Alcalde Manuel Jimenez le convencieron que colocar una difusora (estación de radio) cuan bocina desde la misma alcaldía quien sabe, era buena idea, olvidando este y los que le rodean que nadie escucha prensa complaciente, sea del lado que sea, porque cuando la objetividad se pierde arrastra la credibilidad al retrete.
Ahora, algunos que publican lo que oficialmente fabrica la Dirección de Comunicaciones creen que el Alcalde está obligado a atenderles al menos con un bono, mientras se preparan para rebelarse si no les mojan las manos como hacia Juancito y el Cañero incluso, dizque desde Domingo, cada uno de ellos con sus «comunicadores preferidos», su prensa complaciente, incapaces de salirse del redil so pena de no recibir la canasta a fin de año en un plan de desmembramiento sistemático del verdadero cuarto poder, el que anuncia al Alcalde sea cual sea, que lo que Esta Bien, Está Bien y lo que Esta Mal, esta Mal, con o sin bonos, sin que ello sea condición para ser un servil medio cuan prostituta de la comunicación o converitse en un sicario digital para presionar a quien dizque se olvidó de uno.
Así, los que apoyaron al anterior incumbente, los que recogieron sus canastas como pagos de su lealtad, no pudieron evitar su caida porque nunca el periodismo clientelar o el sicario marcaron pautas, sino el que se gana con respeto y solo, con respeto.
Nota: El chantaje contra el Alcalde se aplica a otros líderes y empresarios por comunicadores y prensa en general que si estos no se «acuerdan» de ellos cambian cuan camaleones hacia el ataque hasta que el atacado reacciones y les mande «lo de ellos»