Hubo un tiempo en el que ser infiel se relacionaba con una mancha de lápiz labial en el cuello, olor a perfume en la solapa de la camisa o un recibo incriminatorio en el bolsillo del pantalón.
Incluso cuando comenzaron a aflorar las redes sociales, las pistas eran claras: un beso en la foto de una fiesta o alguien mirando lo que no debería. Pero ahora, en la era de las aplicaciones de citas y los mensajes directos, las cosas se han vuelto un poco más complicadas.
Y es aquí cuando entra en juego el micro-cheating, la palabra de moda en lo que a infidelidad se refiere, que podría traducirse del inglés como «microengaños».
Tal y como el nombre sugiere, tiene que ver con esas pequeñas cosas que uno puede pensar que no son tan malas… pero pueden llegar a ser. Y ahí radica el dilema: si incluye acciones sutiles, ¿cómo se define el micro-cheating? ¿Y existe algo así como «engañar, pero solo un poquito»?
Sí, dice Martin Graff, profesor de psicología en la Universidad de Gales de Sur, Reino Unido. En un reciente artículo publicado por una revista de psicología explica cómo la infidelidad ha evolucionado a medida que nuestras vidas se vuelcan más en internet.
Antes de los smartphones, el micro-cheating podía ser sacarse el anillo de matrimonio cuando uno sale de fiesta. Pero en la era digital es más fácil que nunca darle señales a alguien de que uno está disponible.
Nichi Hodgson, autora de un libro sobre citas, está de acuerdo en que el micro-cheating le da nombre a algo que ya existía antes.
«Incluso en el siglo XVIII, las personas coqueteaban con cartas inapropiadas o revelaban pensamientos indebidos en sus diarios», le cuenta a la BBC. «Lo que ha cambiado es que ahora tenemos herramientas que facilitan el micro-cheating más que nunca».
Sin embargo, Graff dice que aunque el micro-cheating no siempre significa que uno esté engañando a su pareja, es un comportamiento que puede dar pie a una infidelidad. Algo así como preparar el terreno.
«El hecho de que nos comuniquemos cada vez más por internet hace que las relaciones sean cada vez más ambiguas», explica.
En este turbio mundo de los «microengaños», ¿hay alguna forma definitiva de saber si uno está siendo engañado o si de uno está engañando?
A continuación, te mostramos cuatro escenarios posibles, sobre los que conversamos con Graff, Nichi y la experta en relaciones Leila Collins.
1. Enviarle un mensaje a tu ex
Estás en un concierto con tu pareja. Y resulta que los teloneros son el grupo favorito de tu ex. Tomas una foto y se la envías. 24 horas después, te responde con un beso al final del mensaje. Si continúas la conversación, ¿estás siendo infiel?
Los expertos dicen:
Nichi: «No hay nada malo en estar en contacto con tus ex. La situación es aceptable siempre y cuando no estés buscando una reconciliación, estés aburrido o busques atención. Mucha gente escribe a sus ex en busca de un impulso rápido para su ego, si saben que esa persona todavía alberga sentimientos hacia ellos».
Leila: «¿Por qué querría uno ponerse en contacto con un ex si la relación terminó? No importa cuál sea la intención, no está bien. Yo diría que es engaño».
Nivel de infidelidad: 3/5
2. Hacer «like» en los posts de alguien en las redes sociales
Estás en la cama. Apagas las luces pero no puedes dormir. Empiezas a desplazar tu pulgar por Instagram y le das like a las fotos de alguien con quien, si no estuvieras en una relación, te gustaría estar. Haces lo mismo durante el almuerzo y en el bus de camino a casa le dejas algunos emojis en sus últimas publicaciones, incluido un corazón.
Los expertos dicen:
Nichi: «Las personas que se sienten inseguras pueden molestarse más que otras por eso y tal vez es un signo de que hay un problema más importante en su relación. Hacer ‘Me gusta’ en las publicaciones de alguien no es algo sobre lo que uno se tenga que sentir necesariamente mal, pero si lo haces a menudo en los posts de la misma persona, podría ser preocupante».
Martin: «Esta es ambigua, y la hora del día a la que se hace es un buen indicador de si hay algo más».
Nivel de infidelidad: 2/5 si es antes del anochecer, 5/5 por la noche.
3. Construir una amistad «platónica» en internet
Te fuiste de vacaciones con un grupo de amigos de la universidad y saliste de fiesta una noche en la que te lo pasaste muy bien con alguien de tu curso. Hacerse amigos de Facebook parecía un paso lógico. A partir de ahí comenzaron a seguirse en Instagram. De repente, un día recibes un mensaje en el que te pide el número: quiere hablar contigo sobre el trabajo del curso.
Los expertos dicen:
Leila: «Tienes que ser sincero y decente sobre ello. Estar en una relación estable mientras haces este tipo de cosas está fuera de lugar».
Nichi: «A menudo conocemos personas con quienes tenemos cosas en común. No creo que haya nada malo sobre ello, pero uno tiene que ser muy claro con la otra persona para que no se malinterprete que es una amistad. Si comienzas intercambiando mensajes directos, que son formas de comunicación privadas, estás escondiendo algo».
Nivel de infidelidad: 4/5
4. No eliminar tu perfil en aplicaciones de citas
Luego de varios meses usando aplicaciones de citas, llevas un tiempo en lo que parece hacerse convertido una relación de verdad. Es fantástico, pero aún no te decides a borrar tu perfil en las apps. Incluso las usas cuando estás aburrido.
Los expertos dicen:
Nichi: «No borrar tu perfil de aplicaciones de citas es completamente inexcusable. También es un movimiento de poder para hacer sentir ansiosa a la otra persona sobre el hecho de que no lo eliminaste».
Leila: «Es cruel e inaceptable. No es solo ‘micro-cheating’, sino ‘macro-cheating’. ¿Por qué querrías comunicarte con otra persona si estás en una relación? Entiendo toda la comunicación que no revelas a tu pareja como una infidelidad. Sin excepción».
Nivel de infidelidad: 10/5