Estiraron el Comité Político para encubrir la necesaria retirada de sus miembros por el desastre electoral del 2020 y hoy, cuan dejavu de la escogencia del candidato sepultando a Domiguez Brito que ganó la encuesta para colocar al delfin de Danilo Medina, impulsan a una candidata por encima de todas las demás opciones, enviando a los propios miembros de la máxima instancia a dar su apoyo cuando deberian, dado el pasado, de mantenerse lejos.
El tino y sentido común son las ultimas cualidades que se extinguieron en la actual cúpula del PLD que solo no procedió a realizar un exaustivo analisis de la pérdida absoluta del poder con las necesarias renuncias de lugar, sino que hace mucho tiempo se habia convertido en un partido donde «lo que dijera Danilo» era la orden, cuan Balaguer resucitado con tintes morados.
Se sabe que el paso del Secretario General Charlie Mariotti por Santo Domingo Este no fue un paseo pues él venia a hablar donde muchos querian decir algo. Dicen que Mariotti se comportó como un maestro de primaria en el medioevo hasta «mandando a callar» a ex-diputados, diputados actuales y dirigentes de base.
El PLD ha sido un partido que confunció de Disciplina con Servidrumbre donde paulatinamente pasó de una organización donde se reunian a cerrar los locales de reuniones, desideologizandose para convertirse en la herramienta electoral clientelista que, cuando el pueblo cambió, terminaron sacándolos.
Es claro que la imposición de una de las candidaturas, preferidas por las desgastadas castas, producirá otra crisis dentro del Partido de la Liberación Dominicana en su caida libre hacia el descalabro si no lo salva un cambio de liderazgo a conciencia o una «rebelión de los sargentos» que, es bien sabido, logran en la Reública Dominicana aplastar las bases y convertir una plaza comercial en un ventorrillo
