El mundo comunitario, así como el sindical y otros, que aglutinan masas, eventualmente se dejan secuestrar por para políticos que terminan accionando para su beneficio personal y no para los que estos representan.
Es común encontrar que la lucha por conquistar una Junta de Vecinos va, desde lo «democráticamente aceptable» hasta campañas sucias y amenazas de muerte y es que el poder que ejerce cualquier nombramiento da para buscar beneficios para la comunidad hasta para tener más posibilidades de «robarse» un terreno baldío o un área verde.
«Líderes» que se erigen en intermediarios entre las masas y los funcionarios para, con este sesgo, obtener prebendas o solo poder que les permiten accionar en otros sentidos no son naturales, sino arribistas de que han aprovechado los escenarios de secuestro de instituciones e incluso, de corrupción en estas, para operar en beneficio propio.
En la vida comunitaria, como en todo… los cambios provocan hasta que el clima, también cambie.
El verdadero liderazgo es el que se hace sin pensar sn si mismo e incluso, en la búsqueda del poder, sino colocar la sensibilidad humana para servir al prójimo.