
Hoy, 8 de abril de 2025, Santo Domingo Este se viste de luto tras la partida de Martín Polanco, un diseñador internacional nacido en Los Mina, quien perdió la vida en la tragedia de la discoteca Jet Set, donde hasta el momento se reportan 58 fallecidos. Su muerte ha conmocionado no solo a la comunidad artística, sino a todos aquellos que conocieron su esencia generosa y su espíritu incansable. Martín no fue solo un nombre en el mundo de la moda; fue un símbolo de solidaridad y esperanza para su pueblo, un hombre que dio su vida por los demás, tanto en su entrega diaria como en el fatídico desenlace que lo arrancó de nosotros.

Polanco se destacó por sus diseños únicos, especialmente sus famosas chacabanas, que llevaron el talento dominicano a escenarios globales y vistieron a figuras célebres como Daddy Yankee, Raphy Pina y el presidente Luis Abinader. Sin embargo, su grandeza iba más allá de las pasarelas. Con una visión transformadora, ideó la Escuela de Diseño Profesional junto a la Alcaldía de Manuel Jiménez, un proyecto que ha formado a numerosos expertos y ha dado oportunidades a jóvenes de Santo Domingo Este, demostrando su compromiso con el progreso de su tierra natal. Su pasión por el diseño nació de la necesidad, pero se convirtió en un legado que trascendió fronteras.
Siempre positivo y dispuesto a tender una mano, Martín vivía para los demás. Desde sus humildes comienzos vendiendo ropa en la calle junto a su hermano, tras la muerte de su padre a los 12 años, hasta su ascenso como diseñador reconocido, su vida estuvo marcada por una entrega desinteresada a las buenas causas. Cada diseño suyo era un reflejo de su amor por Los Mina, un barrio que llevaba en el alma y que nunca olvidó, aun cuando su fama lo llevó a radicarse en Miami y a conquistar mercados en el Caribe, Europa y Estados Unidos. Su solidaridad y buen corazón lo convirtieron en un pilar para su comunidad.
Hoy despedimos a un gigante cuya luz seguirá brillando en sus creaciones y en el legado imborrable que dejó en su comunidad. Martín Polanco, hijo eterno de Los Mina, nos deja un vacío inmenso, pero también un ejemplo eterno de lo que significa vivir con propósito y corazón. Descansa en paz, querido Martín; tu vida fue un regalo para todos nosotros, y tu memoria perdurará en cada rincón de Santo Domingo Este, en cada puntada de tus chacabanas y en cada estudiante que formaste con tu visión.
Anexo: La Vida y Legado de Martín Polanco
Martín Polanco, una de las víctimas mortales de la tragedia en la discoteca Jet Set, donde también falleció el merenguero Rubby Pérez, dejó un impacto imborrable en el mundo de la moda y en su comunidad. El desplome del techo del centro de diversión, que hasta el momento de esta nota ha cobrado 58 vidas, segó la existencia de un diseñador que no solo creó prendas, sino que tejió sueños para los demás. Nacido en Los Mina, Santo Domingo Este, Polanco migró a Miami para internacionalizar su marca, llevando sus atractivas chacabanas —o guayaberas caladas— a países del Caribe, Europa y Estados Unidos, convirtiéndose en un embajador del talento dominicano.
Su historia comenzó en la adversidad. Tras perder a su padre a los 12 años, Martín y su hermano se ganaban la vida vendiendo ropa en la calle, un negocio que los dio a conocer como “Los Hermanos Polanco”. Cuando una prohibición de prendas usadas amenazó su sustento, Polanco encontró en la necesidad la chispa de su pasión por el diseño. “Sucedió algo que dejaron de entrar esas ropas usadas, y nosotros por la necesidad de seguir trabajando, las que teníamos las desamblamos y las utilizamos como patrón”, relató hace dos años a Listín Diario. Así, de manera empírica, dio sus primeros pasos en un camino que lo llevaría a la cima.
Con el tiempo, su creatividad lo impulsó a profesionalizarse. Estudió corte y confección en la Universidad UNPHU, pasó por el instituto de Mercy Jáquez y culminó su formación en la Escuela de Altos de Chavón, donde exploró diseño, pintura y más. “En ese tiempo ya nosotros trabajábamos, ya tenía mi primera máquina y le estábamos cosiendo a algunos artistas”, recordaba. Su destreza creció al punto de volverse un “psicólogo” de sus clientes, descubriendo sus gustos y necesidades para innovar con cada prenda. Este talento lo llevó a vestir a figuras como Sergio Vargas —cuyo diseño para Altos de Chavón marcó un punto de inflexión en su carrera—, Daddy Yankee y Raphy Pina, a quien consideraba un ahijado por la ayuda de su familia en Puerto Rico.
El legado de Polanco trasciende sus diseños. Sus chacabanas se convirtieron en una marca país, y varias escuelas de moda llevan su nombre, incluyendo la Escuela de Diseño Profesional que fundó con la Alcaldía de Manuel Jiménez, graduando a expertos que hoy perpetúan su visión. “Cuando vi mi talento en el escenario, cómo se veía, cómo la gente lo recibió, eso me impactó y me llevó a hacer más”, decía. Martín Polanco no solo vistió cuerpos, sino que vistió de oportunidades a su pueblo, dejando un testimonio de esfuerzo, solidaridad y amor por Los Mina que nunca será olvidado.

