Era una zona donde se alojaron vendedores informales hasta clausurar la calle que al no tener la suficiente higiene se convirtió en peligrosa incluso para la salud humana.
La Alcaldia de Santo Domingo Este comenzó un proceso de notificación hasta que una noche intervino, desalojando y limpiando todo el espacio hasta hora de la madrugada
Varios intentos por ocuparla por parte de religiosos y de vendedores incluso con el amparo de políticos pero la Alcaldía se ha mantenido fuerte hasta terminar con la «costumbre» de ocupar.
Ahora, limpia, terminada la interminable arrabalización de la esquina llega a los terrenos de la propia bomba que era usado de almacen de víveres una nueva pizzeria que dinamizará desde lo comercial el lugar.
La recuperación de espacios públicos y el orden terminan incidiendo en la viabilidad de las inversiones.