Nuria… entre el deber y el chantaje

Entonces, ¿quien no quiera, decida, prefiera, ir a ser entrevistado por Nuria, merece ser declarado paria, contrario a la libertad de expresión… y demás yerbas?

Nuria termina aplicando un chantaje contra quien por alguna razón prefieren otros escenarios, porque no confían en ella, porque no les gusta su estilo o porque simplemente, no les da la gana.

Cada equipo decide, en el diapasón de programas donde ir, donde no ir, y ello no debe ser objeto de chantajistas por parte de los periodistas que lo mínimo que deben tener, es respeto.

¿Por qué debe ser obligado acudir donde Nuria, quien se ha creído Nuria que es?.

Nuria gusta de ser irrespetuosa, las anécdotas le preceden, siendo el peor de los recuerdos el intento de atacar al embajador de Venezuela que terminó arrastrando su empeño al ridículo, pues el funcionarios extranjero llegó preparado para enfrentar su dictatorial comportamiento antiético.

Es cierto que Manuel no teme a escenario alguno, pero no por ello es obligado asistir a una entrevista donde no se guste ir, ni es obligado ni debe ser objeto de bullying por parte del periodista, eso es chantaje.

Quien hoy aplauden el ataque de Nuria porque les conviene, mañana pueden ser sus próximas víctimas.

Nuria equivoca el deber con el chantaje.