En pocos días el Alcalde de Santo Domingo Este está atrasando la ciudad, diciendo que luchará contra los vertederos colocando armatostes ilegales en las calles que en el pasado hasta muertos causó, pero dejando que la ciudad se llene de basura, comete torpezas que resuenan en el contexto nacional y la oposición del municipio, que casi siempre ha estado en mutis, ausente de los problemas sociales verdaderos, no dicen «ni esta boca es mía».
Los regidores de los partidos de oposición de pronto están de acuerdo con absurdos, como declarar Urgencias donde se sabe que no hacia falta, ni en seguridad (las estadísticas los aplastan), ni en drenaje (el agua, si bien corre, no se estanca en gran parte del territorio) y menos, en el tema de la basura.
La oposición tiene un excelente escenario para al menos darse a conocer y solo sale el diputado Castillo «llamando la atención» sobre la puesta en marcha de una obra que fue creada melaganariamente, por su otrora gobierno, cuando verdes y morados comían en la misma mesa (digo, aun lo hacen).
El tsunami de dinero en las pasadas elecciones fue tal que el «voz popu» habla de traiciones en masa, demasiado ruido acusando a los opositores de haberse vendido, y el partido, los partidos, todos, no fueron capaces de emitir un mea culpa, una disculpa, un resumen electoral, nada, simplemente, no existen, creen que la política es solo marchas, llenar los postes con sus caras y hacer mano a mano golondrinos, de los que caminan los barrios cada cuatro años.
Cuando pase la campaña serán los militantes perremeistas los principales adversarios de la «sal» que le cayó a su partido y nuevamente, la «llamada» oposición, creerá que para cercanos al 2028 deben ser candidatos porque «estos lo hacen mal», pero no son capaces de jugársela por el pueblo cuando hace falta.