Al mejor estilo del Imperio Romano, la Alcaldía de Santo Domingo Este parece haber encontrado en los eventos ‘culturales’ la estrategia perfecta para distraer a la ciudadanía de los graves problemas que enfrenta el municipio. Con una agenda repleta de actividades recreativas, la administración local desvía la atención del descontrol administrativo, las denuncias de extorsión y el creciente desorden en el territorio.
Uno de los golpes más duros a la identidad cultural de Santo Domingo Este ha sido la inexplicable cancelación del Festival del Folclore, un evento que se había convertido en un ícono de la ciudad y que año tras año consolidaba su prestigio y la presencia del municipio en el ámbito cultural. La ausencia de este festival en 2024 genera suspicacias y deja entrever lo que parece ser un esfuerzo maquiavélico por extinguirlo de manera definitiva.
Mientras tanto, la alcaldía promueve ‘pasadías’ y otras actividades de distracción para el público y los medios de comunicación, en lo que parece ser una cortina de humo para ocultar la realidad del municipio. El deterioro de la gestión municipal es evidente, con un aumento en las denuncias de irregularidades, corrupción y desorden urbano, mientras la administración prefiere apostar por espectáculos que no resuelven los problemas de fondo.
Santo Domingo Este se encuentra en un punto crítico donde la cultura, en lugar de ser fortalecida, es desplazada por estrategias de entretenimiento efímeras. La ciudadanía merece respuestas concretas y una gestión comprometida con la transparencia y el desarrollo, no solo pan y circo para entretener en medio del caos.
