Debe ser desprecio pues el descuido es aceptable poco tiempo.
Las estaciones del metro que cruzó el puente hasta Santo Domingo Este no solo fue dotado de una sola entrada, a diferencia de casi todas las otras estaciones con dos, sino que aun ni las pizarras e incluso el audio que anuncian las estaciones, no está concluido.
Recordar que el presidente Danilo Medina prometió, pero reculó en su promesa de continuar la obra, que fue su por suerte, muy amigo y en aquel momento, alcalde de la ciudad, Juan de los Santos, quien insistió.
Nunca se podrá explicar por qué la importante obra no solo se quiere llevar hacia el sur en vez de hasta el distrito municipal de San Luis como se tiene planificado desde hace más de una década, sino que la última no pudo tener una puerta adicional directamente dentro de MegaCentro, que se pudo hacer y hoy obliga a que cientos de personas crucen, en medio del hedor, caos y descontrol, arriesgando su vida, de un lado hasta el otro.
Aun así, la ciudad tuvo que esperar a que un nuevo medio de transporte y no planificado adornara los cielos de nuestros barrios, el teleférico, fuera concluido, en medio de un clima de espera inexplicable.
Los respiraderos quedaron horribles en la avenida y esta, que se le destruyó su «cantero de plantas», hoy es adornada por una desértica acera sin una planta, un árbol, ni una yerba, en un intento antiecológico de matar todo lo verde.
Nuestro metro, el tramo nuestro, fue evidentemente una obra que no tuvieron «más remedio» que hacerla pero se olvidaron de terminarla, sin que ninguna autoridad ni municipal ni legislativa se acuerde que debemos exigir respeto, al menos, respeto.
Fernando Buitrago
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