el PRM luce tan viejo…
El PRM; otrora PRD, a quien dejaron casi en cascarón, importó, junto a excelente militancia y caudal de votos, quilles contra el Gobierno y grupos de presión, equipos políticos que se han beneficiado de perder en cada proceso electoral, engordando pues ser oposición no es malo, al contrario, tu voto puede que valga más si es que quieres comer con grasa y tener menos responsabilidad.
No solo fueron cómplices de que Alfredo Martines se coronara alcalde, sino que cada cosa medianamente mal concebida por la actual administración encontró manos levantadas de los autoproclamados opositores, realmente, competidores.
El PRM incluso tuvo unas Elecciones Internas truculentas, donde el dinero corrió de mano en mano, en algunos casos atropellando militancias icónicas de la ciudad, aunque en las primarias este fenómeno se vio menos por los que competían, Manuel y Dio, que no son de esos «métodos».
Hoy, Manuel lucha entre imponer su slogan de Unir para Vencer frente a grupos que quieren imponerse en boletas a como de lugar, sin entender que la militancia, esta vez, al ser el voto preferencial, les pasaran factura.
Este proceso debe sacar del escenario a los que se lucraron siempre y suplantar, aunque sea no a todos, con nuevas caras, gente que les duela la mayoría y no solo su bolcillo.
El principal enemigo del PRM es el propio PRM, su tránsito a ser partido, su empeño, de abajo hacia arriba, de sacudirse de vicios del pasado que conviven en el presente pensando que no estamos en el 2019.
Los enemigos de Manuel no es el Gobierno, están, desde ahí, siendo lo suficientemente torpes… están dentro, algunos apuestan incluso a que este pierda y no es por fortalecer al contrario sino por egoismo, mezquindad, egocentrismo y falta de voluntad política elemental.
La pregunta es si Manuel Jimenez podrá ser lo suficientemente duro para resistir chantajes y traiciones a destiempo y prevenibles logrando amarrar, de cara al Día D, equipos fieles que defiendan mesa por mesa cada voto como un universo, mientras el partido con excelente militancia lucha a si mismo porque eso de moderno no le queda grande, como le queda hoy.