La guerra comenzó… desde encuestas falsas dirigidas a, usando incluso el actual alcalde como «comodín», aplastar al competidor interno hasta seguidores de uno de loa aspirantes atacando de forma despestiva al otro copetidor.
El PLD debe cuidarse de que sus contradicciones profundas, en un partido muy disminuido, no terminen lacerando demasiado hasta terminar de hundirlos en las preferencias electorales.
La guerra entre grupos está sellada desde las pasadas elecciones y son, seguro, irreconciliables, incluso cuando, como antaño, las redes las llenen de insípida y falsos apoyos.
El PLD va camino a salir bien en las aspiraciones a regidores (que ahora van solos) y diputados, pero luce complemente ausente en las opciones senatoriales y los aspirantes a alcaldes ambos no marcan lo suficiente para salir hoy, casi regidores o rayando diputaciones.
Si las contradicciones se incrementan hacia afuera y el lenguaje agresivo crece, ni las opciones donde hoy pueden tener cupo podran subsistir, teniendo en cuenta que los del «nuevo partido» estarán acosando lo que queda de militacia pues su principal objetivo es succionarlos hasta que no quede nada.
Es responsabilidad del liderazgo incluso, buscar rápido formulas para que al menos, a ojos vistas, no se conviertan en una serie netflix de bajo presupuesto