En Santo Domingo Este, el partido de la Liberacion Dominicana llegó al poder en el segundo período de alcaldía y no lo abandonó hasta hoy cuando, un ex-peledeista, que logró construir su propia mayoría con ciudadanos de su ex-partido y de otros, que ya habia intentado llegar y llegó, en el 2016, que había logrado incluso relegar al PRM al tercer lejano lugar, se inscribe en este en un proceso donde parte de la vieja militancia que le acompaño siempre, votaría por él.
El panorama en Santo Domingo Este hace muchos años ha estado matizado por la supremacía del Partido de la Liberación Dominicana hasta que la historia, cambió.
Ante las elecciones presidenciales el panorama se aclaraba… la senadora morada era sacada de su podium por incluso, sus mismos compañeros, pues es sabido que el grueso de regidores que hoy es mayoría, no apoyó al candidato del «cambio», y que muchos de los candidatos del partido gobernante tampoco bajaron líneas y sin embargo, prevaleció, pues el vuelco de voto llegó de la sociedad civil movilizada además, del propio PLD resquebrajado y del ya naciente Fuerza del Pueblo.
El PLD pierde Alcaldía, diputados, regidores, senador y presidente, quedando tirado en la lona… en teoría.
Hoy se aboca a las elecciones internas en un proceso aparentemente secuestrado aunque, al menos en Santo Domingo Este demuestran que el PLD está vivo y si, no como antes, disperso, en algunos sectores, de capa caída pero luego de la resaca… hay otro día.
En contexto, la Fuerza del Pueblo se precipita a deja entrar a todo el que quiera en una estrategia de socavar las bases del «viejo partido» mientras prepara su congreso con mesas de trabajo que delinearían incluso el formato ideológico de su partido que hasta hoy luce como un coto privado donde la cara de Leonel se ve más que la de Bosch mientras que al «viejo» lo acusan de prioridar lo que diga Danilo.
Ahora, a la vista de la población, Morados y Verdes son dos gotas de agua, para bien o para mal y la diferencia estará en cada día que pase y el rumbo que tomen los nuevos elegidos.
Mientras los nuevos «siguen su camino», los morados, cojos y mirando a todos lados hasta pronosticando quien será el nuevo que abandone el barco, confían en que los que, de acuerdo con el «lider» que provocó su salida del poder o no, continuar con esas estructuras y ver cómo recuperarse de frente a un gobierno que si bien se esfuerza por gobernar bien sus tropas le implosionan con rebeldías y con actos de corrupción igual escándalosos que cuando meses atrás el gobierno tenia otro color.
El PLD en SDE quedará casi con la mitad de fuerza que tenia, un poco más, un poco menos, y en ese tránsito a la militancia le costará trabajo recomponerse pero con los jóvenes que han surgido, su ímpetu, no solo podrían desplazar a los responsables de su desgracia sino fortalecerse y, contrariamente a lo que muchos apuestan… pueden, en algunas plazas, remontar y seguir siendo una fuerza electoral a tener en cuenta.
Los que corren a sacar conclusiones en política podrían llevarse un susto pues esta se analiza con cifras, no con el corazón.
El candidato a Alcalde local ya tenia el partido dividido y además, eran tiempos «del otro» y tenia s sus contrincantes a lo interno en contra, el presidente de la república a elegir no podía construir ni un twit, fueron muchos los factores en contra sin embargo… el tiempo es el asesino de los problemas y fomenta el olvido… las fuerzas políticas tienden a mutar, a recomponerse por eso es que Balaguer volvía e Hipolito luego de y un gobierno desastroso por poco regresa; descartar posibilidades en futuros no es análisis y menos, científico.
Algo es seguro, cuando toda esta etapa termine, el PLD quedará como fuerza considerable y con capacidad electoral.
