Manuel Jiménez renunció del PLD, años antes de que muchos de sus ex-compañeros estén dispuesto a hacerlo, como hoy.
El PLD está roto, definitivamente roto y aun cuando logren la convivencia, ya no será posible que «bajen líneas» pues en las elecciones pasadas no se pudo hacer.
El Leonlismo no logró cohesionarse, viéndose que en varias posiciones importantes como en la senaduría y otras plazas compitieron mas de uno, debilitando al otro; los del candidato a presidente seleccionado por el presidente, no pudo crear equipos de campaña en el territorio pues las grandes masas peledeistas no aceptan al candidato, peor hoy.
Manuel, ex PLD, ha ganado la simpatía del PRM pero acumula grandes conglomerados militantes morados que votarían por él sin vacilar, lo hicieron incluso en el 2016 cuando no había tantos motivos como hoy, para hacerlo.
El Cañero lanza un grito de guerra contra Luis Alberto por el uso desmedido de recursos, anuncia casi la orden de que con él no cuenten para un esfuerzo unificado, mientras que esta acusación también hizo habría desfavorecido a Karen y es casi seguro que, por ser la segunda vez que es desplazada por casi los mismos términos, que los votantes de Karen tampoco quieran, además, influenciados por el conflicto morado, votar por el favorecido por el voto en el PLD.
Mientras los «socios» de Luis Alberto en cada territorio son: Francis Gas, quien logra pasar casi a hurtadillas, lo cual desnuda su descenso en popularidad y Luis Henriquez que, aunque sus números están muy bien, le acompaña también una tendencia al sectarismo, no al consenso, con una tasa de rechazo evidente de cuando Juancito y ello, perjudica completamente la candidatura de Luis Alberto en todo el territorio.
El aura de Juancito no levanta ya pasiones y las deudas acumuladas en SDE demuestras que tampoco podemos sentirnos orgullosos de su ejecutoria, por lo que apelar a esa forma de gobierno de su gestión no resulta atractiva, ni sentimentalmente y mucho menos, deshojando las estadísticas en escenarios de pobreza acumulada.
El Cañero, más político, en el 2016, con todo el poder del mundo, con un PLD resignado pero cuasi unido, le costó e incluso, hoy le cuesta, el «gane» contra Manuel.
Será interesante ver, más allá de los recursos económicos que se puedan emplear para repartir logísticas por parte del PLD, con el quille imperante, con la vigilancia de todo el proceso so pena de que pase lo que sea, gracias a que las cuchillas de la guillotina están aun calientes por otras cabezas, cómo primero, se venderá al seleccionado morado para SDE y segundo, cuáles argumentos usarían los precandidatos perdedores para convencer a sus seguidores y equipos políticos de otra vez, creer.