Hubo muchos reportes antes de las elecciones… grupos de militantes peledeistas resueltos a votar por Antonio Taveras, en contra de Cristina Lizardo, a quien, por diferentes razones, culpaban del estado del PLD en los últimos años en la provincia.
Hoy es sabido que Antonio Taveras, al menos en Santo Domingo Este, no debe su trinfo al PRM pues casi todos los grupos que acompañaban a candidatos a diputados ese partido en campaña se abstuvieron marcarle como objetivo pues le consideraban «uno de afuera», adversión que sigue viva hoy incluso, con más fuerza, por lo que se puede asegurar que el nuevo senador gana con el voto de la sociedad organizada incluida militancia del PLD convencidos de dar un voto de castigo.
Del evento se ha hablado poco en público pero es un secreto a voces y como de esta misma redacción se ha analizado en varios artículos el tema parecería llover sobre mojado.
Sin embargo, increiblemente, con una senaduria perdida gracias a su divorcio con la militancia, la otrora senadora ahora no solo ignora dar explicaciones a la militancia sino que asume el rol de querer ser el enlace del Comité Político con esa militancia, la misma que le acusa de haberle abandonado.
La carrera política de Cristina Lizardo está en su peor momento por lo tanto es un error, entre tantos que está cometiendo el antes inmaculado partido morado, colocarla de lo que sea, en medio de tropas que lo primero que necesitan es alguien en quien confiar, y no es el caso.
El sentimiento en el PLD es que toda la poderosa casta llamada Comité Político e incluso sonados recien llegados como Navarro o ex-candidatos trillados como Dominguez Brito, cedan espacios pues algo es claro, desde los mandos medios no parece haber fuerza como para imponer lo que el momento requiere, renovación.
No obatante, el PLD sigue siendo poderoso en Santo Domingo Este, al menos en el municipio, no es cierto que aun con la pérdida de la alcaldía su militancia emigró y aunque ha habido bajas significativas la realidad es que muchos cuadros importantes, con historia política y probada capacidad permanecen en el partido y esta vez, seguro, se resistirán a acatar líneas de Cristina.
El político no puede creerse eterno. La grandeza está en saber cuando debe ceder, aunque sea en esta etapa tan delicada, a que sean caras frescas las que salven la agrupación en medio de amenazas externas al existir un clon que se alimenta de las deserciones y los desamores.
En las pasadas elecciones se erigieron figuras nuevas y otras se consolidaron. Luis Alberto, ex-candidato a alcalde si bien es cierto que se creció en la batalla, también es real que conoce poco el partido y si hizo un buen papel era porque tenia repartida las responsabilidades… su «liderazgo» no solo perdió en su circuncripción sino que su alfil en la 3 pierde y en la 1 es cuestionado.
Pero el PLD no es el grupo de Juancito Vive, sino de poderosas estructuras bien construidas que, con liderazgo adecuado, podrian resistir el embate verde e incluso, recomponerse. Lo que no funciona y augura ser otro fracaso anunciado es que le traten de imponer lo mismo.
Aunque parezca remoto hoy, la realidad es que aun cabizbajo, el PLD tiene poder en Santo Domingo Este aunque su morado a veces parezca otro color.
El PLD posee muchos, diria, demasiados, cuadros capaces de querer poner su empeño en reconquistar espacios a sabiendas que la incertidumbre actual es terreno fertil para quien quiera resembrar, pero las redes arden de rebeldía, no quieren a Cristina, ella debe decidir que es más importante, su empeño de seguir viva como ente político que decida o prefiere ser asesora valiosa a quien muestre la cara y se la juegue incluso, dando explicaciones.
Frente a la actualidad, con un gobierno acosado por su propia militancia, un manojo de acusaciones que vienen caminando contra los dirigentes morados, una campaña constante de desprestigio desde las aceras verdes de sus anteriores compañeros, El PLD se juega su propia existencia pero parece que la arrogancia mostrada en campaña se traspasa a la post campaña y si no cambian subumbirán a una velocidad más rápida que la que se prevee por sus adversarios.
Cristina debe salirse, el resto del Comité Político debe entender el rechazo generalizado no solo de los que lo sacaron del poder sino de la propia militancia que gracias a los errores de esa casta hoy han quedado fuera y les culpan de sus desgracias.
«Guerra avisada….«
