Uno de los negocios que más rechazo produce en la población son las bombas de combustible, sobre todo, por el empeño de sus «dueños» de inundar las ciudades con ellas, en detrimento de las zonas ecológicamente necesarias y en irrespeto a las comunidades que son las que se encuentran en peligro en caso de accidente
Por desgracia, las aprobación de este tipo de negocios que son muy mal mirados están asociados a corrupción, por eso es casi imposible convencer a alguien de que en la Sala Capitular de Santo Domingo Este, no hubo corruptela sobre todo, porque este tema que carece de toda importancia fue hasta estúpidamente, colocado como el primer puto en la agenda, o sea, como prioritario, lo cual acciona a favor del pensamiento del pueblo en contra del delito.
Durante los tiempos de Manuel no solo se paró toda aprobación de «obras» nuevas de este tipo sino que la Alcaldía procedió a dar hacia atrás algunas que habían sido favorecidas por «levantamanos anteriores», sin embargo ahora, desde que Dioris Astacio tomó la alcaldía, se desató la ambición y de pronto, la actitud de las masas de regidores, como zombies, acudieron al llamado de los «inversionistas» y, en vez de ocuparse de temas importantes para el municipio se apresuraron a estar incluso «todos presentes», siendo muy cortos los que no «inventaron» y demasiados pocos los que lo hicieron a conciencia pues, la mayoría, llenaron de estiércol, de porquería, de eses, sus curules, muy temprano, dando paso a los peores pensamientos desde lo moral de los que pretenden ser llamados «honorables».
Lo curioso es que cómo incluso, los «cabilderos» de este tipo de adefesios, se estuvieron quietos mientras Manuel estuvo en el cuarto piso y ahora parece poseen patente de corso… en los tiempos de Dioris… algo cambió y para muy mal, en Santo Domingo Este