El lidereago de Ramón Cabrera lo endosó a Rafael Castillo, como mismo Castillo había engordado y decidido la diputación de Cabrera.
Esos años por separado hizo que esos fuertes liderazgos fueran unidos, pero ya no es así.
La rivalidad de siempre en el poderoso PLD paría dos escaños, ahora, irán separado.
La irrupción de Cabrera en el momento electoral no deja de ser un reto, teniendo en cuenta lo débil que está el partido, mientras que a Castillo le nació Alexandra Peña que no solo ha hecho un gran trabajo de construcción del partido sino que posee dirigentes valiosos a su lado.
PLD y FP no parirán más de un diputado… la disyuntiva es quienes saldrán victoriosos en el PRM, con esa inclusión obligada de El Boli, de última hora.