Desde que el presidente del Concejo de Regidores, José Ramón Jiménez, asumió su cargo hace más de un año y fue ratificado a pesar de violar los acuerdos de su partido, no se ha concluido ninguna sesión, y la ciudad está a la espera.
Hace algunas semanas, la Alcaldía llevó al presidente del Concejo a la justicia acusándolo de retención de documentos en usurpación de funciones. Sin embargo, hoy, en una Sesión Solemne y sin consultar previamente, el presidente convocó a toda la prensa nacional para hacer acusaciones personales contra el Alcalde, violando así las normas éticas y el espacio destinado exclusivamente a debates sobre los proyectos de la ciudad, no a cuestiones personales.
El presidente del Concejo de Regidores también realizó acusaciones de mal manejo que deben ser ventiladas en la justicia y seguir los procedimientos adecuados en lugar de recurrir a la asistencia de los medios para politizar su conflicto con Manuel Jiménez y los regidores que se sintieron agraviados por la violación del pacto de gobernabilidad. Incluso, cedió parte de la Sala Capitular a la oposición con tal de mantenerse en el poder.
Se ha mencionado que la acusación contra el presidente del Concejo se basa en retención de documentos, ya que la ley estipula que cuando los contratos y proyectos de cualquier índole llegan a Contraloría, deben ser liberados en un plazo de dos días, lo cual no ocurrió en múltiples ocasiones. Incluso, se burlaba de esta situación, retrasando procesos administrativos necesarios de la ciudad, como los pagos, entre otros.
La Alcaldía ha recopilado pruebas suficientes para llevar al presidente del Concejo ante los tribunales con pruebas sólidas, mientras que él se defiende alegando que esto se debe a supuestas denuncias de corrupción que ha presentado contra el Alcalde y la Alcaldía.
El presidente nunca debió celebrar la conferencia de prensa dentro de la Sala Capitular, ya que ese no es el lugar adecuado; ese espacio pertenece a la ciudad. Además, no consultó con el bloque de regidores y actuó de forma privada, sin considerar su papel como miembro del partido.
Este conflicto está lejos de resolverse, pero hoy, la Sala Capitular funcionó como el foro personal del presidente del Concejo, quien, al violar las leyes, creyó que su investidura le otorgaba un podio en un tribunal, manchando así su legado político de manera irremediable.