Respuesta: Las bancas de apuestas.
El manejo del negocio, como todos, a veces, con «codazos» incluidos, han creado resquemor entre «competidores» e incluso, con aliados, que se dedican al «juego» y a la política.
El temor de acumulación de poder de parte de una de las cabezas del negocio, además, de otros, como el inmobiliario, en el cual también el candidato del PLD se desarrolla, levanta sospechas de que eventualmente, si es alcalde, podría favorecer «melaganariamente» a sus «anillos» en detrimento de los demás con lo que llevan disputas muy serias, algunas visibles y conocidas, otras, no, pero no menos intensas.
La traba en este «segmento», el temor a un nuevo «juancito», es muy creciente en un segmento importante del ámbito empresarial y más, el el área de los juegos de azar, solo balanceado por el convencimiento qu las otras opciones a alcalde podían significar lo mismo e incluso, peor, porque a diferencia de Luis Alberto, algún que otro candidato ha probado ya que estarían dispuestos a obedecer a intereses foráneos, ajenos a Santo Domingo Este, listo para dar paso a poderes económicos que terminarían avasallando al emprendimiento local autóctono.
Los temas «económicos» son tan importantes como el tema del voto pues es el segmento empresarial, no corrupto, menos corrupto o más corrupto, los que financian las campañas electorales hasta incluso participar en eventuales compras de votos, para luego servirse o al menos, intentar hacerlo, del poder dado por el dinero entregado a la política.
Luis Alberto deberá, directa e indirectamente (y se sabe ya hay conversaciones adelantadas), imprimir confianza o al menos, relajar los temores de cara a su candidatura para poder avanzar frente a candidatos que probaron en las fallidas y fraudulentas elecciones del 1ro de octubre que no les temen al despilfarro de dinero a invertir en un voto, siendo Santo Domingo Este una de las principales plazas.
