Todos saben que Ramón Cabrera es uno de los activos con que cuenta el PLD en Santo Domingo Este.
Su equipo históricamente es eficiente, ganador, lo que hacen lo que se tenga que hacer para vencer y salir victorioso, con control de los adversarios, las estrategias, los pactos, Cabrera es seguro, uno de los mejores políticos con que cuenta el municipio.
Su camino se cruzó de frente una vez con Rafael Castillo, convirtiéndose este en el próximo proceso como su aliado, llevando a Cabrera a la diputación otra vez y en el próximo período este fue primordial para que el Ocoeño ganara.
En medio de la campaña 2020, tan difícil, Cabrera decide optar por la alcaldía, aunque a ciencias ciertas no se sabe si una vez creyó que saldría vencedor, más lo cierto es que supo abandonar rápido las aspiraciones antes que el tsunami le arrastrara, luego de percibir que Danilo Medina, su mentor, le abandonaba a su suerte cuando tuvo que «preferirlo» por el sacrificio casi eterno, en medio de la noche y la retirada.
Cabrera termina cediendo la presidencia de la Circunscripción 2 creando una crisis, pues fuerzas adversas a Castillo, convertido en su pupilo, se complotaron de tal forma que impidieron este fuera el seguidor natural, siendo esta una de las causas, seguro, que convencieran al hoy diputado de la calidad de sus compañeros en cuanto a dejar que él les dirigiera ya cuando el «histórico» al fin, se sentara.
Hoy, cuando Castillo no está, conociendo la idiosincrasia de Ramón Cabrera, quien un día confesó: «yo lo que soy es político» y conociendo que un político en República Dominicana no duerme, quieren vivir activos por siempre, la pregunta es: ¿cuáles serán los siguientes pasos y las fichas que el expresidente de la Circunscripción y exdiputado moverá para demostrar que no está «enfermo», solo estaba de «parranda», tomando un descanso antes de recomenzar de nuevo?.
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