¿Si vas tan lejos a su tumba, a recordarlo, a agradecerle, por qué hacer de esto una noticia, por que fotografiarte y publicarlo en redes sociales, si el luto es algo tan privado?, ¿por qué exponer públicamente tu corazón?, ¿cuál es la frontera entre el dolor del recuerdo y el empeño de uso de este para propósitos de otro tipo?
Misas, fotos en cementerios, escritos en redes sociales para que todos se enteren que recuerdas, mutan el luto en figureo.
Juancito en su ejercicio político y como alcalde creo muchos amigos, seguidores y también enemigos, adversarios que hasta hoy en vez de venerarlo aun le adversan.
Cuando llega el tiempo de su repentina muerte originada, por cierto, por eventos que en nada tuvieron que ver con temas ni políticos ni administrativos, sino domésticos, algunos de los que le recuerdan se afanan en dar a conocer a todos cuán cercanos eran del fallecido alcalde y para ello, claro, que no falte, sobre todo en año electoral, las fotos sombrías de lutos y recuerdos.
En tiempos de su recuerdo, usarlo, no es correcto… los lutos no se llevan al Instagram sino en lo más profundo de cada corazón que ese día llore…
