Hasta hoy, los regidores van en boleta aparte para las próximas elecciones del 2024.
En las elecciones del 2016 los Alcaldes arrastraban a los regidores. Según los votos del Alcalde, así serían la cantidad de regidores que le acompañarían, pero todo cambió en el 2020 cuando, también, se podía seleccionar por cuál regidor se votaba, de forma selectiva, pero ahora, no es así.
Los regidores van solos.
El ciudadano podrá votar por el Alcalde de un partido y el regidor de otro, fomentando incluso la capacidad de maniobra de los políticos que pueden buscar los votos fuera de su entorno político.
El voto «preferencial» a todos los niveles se impone, la verdadera voluntad popular, pues las listas del 2016 y antes obligaban a los partidos a negociar los «puestos» «ganables» mientras que en el 2020 el votante estaba obligado a «casarse» con un partido… quien quería votar por el alcalde tenía que votar por el regidor del mismo partido.
El grave peligro, en teoría, es que los que posean mayores recursos para campañas electorales podrían tener ventajas, aunque se sabe que donde hay liderazgo, ni el dinero puede.
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