A pesar de los errores políticos y mediáticos del senador Antonio Taveras, lejos de poder vender lo buen legislador que ha sido, Taveras está en la calle, más allá de la autoinvisibilidad aplicada, frente a un legado inexistente o no conocido de la «resucitada» Cristina Lizardo que, increíblemente, otra vez quiere ser senadora.
Cristina, una de las «eternas» figuras del PLD que se resisten a un papel menos preponderante, no solo «truncó» el camino de Juancito a la senaduría y luego, a la ambicionada presidencia de la República, sino que ahora se impuso a Maldonado como opción, quien habría hecho, incluso, por su virginidad como candidato a senador, un mejor papel que la «doña».
El desastre de las primarias del PLD en SDE produjo un arrastre hacia abajo de la figura del senador, quien, nadie sabe «por qué», quiso o le indicaron, cargar con el candidato impuesto por el fallido proceso, sin entender que incluso él tenía números desfavorables.
Es complicado entender por qué el senador casi terminó mudándose a Santo Domingo Este y asistiendo a eventos apuntalando al candidato a la Alcaldía y, en zonas como Santo Domingo Norte, no ha hecho lo mismo, estando esa plaza casi literalmente perdida por el partido de gobierno.
Los números en percepción sobre Taveras cayeron al mínimo y junto a este fenómeno, la figura de Cristina «renovada» comenzó a aparecer.
Cristina, de poco hablar y seguro, muy poco que ofrecer, comienza ahora la «caída» y el esfuerzo del senador ahora, hasta con mercadeo en la «pelota invernal», «amenaza con colocar a la candidata de la llamada Alianza RD en el sótano, donde estaba.
Antonio debe buscar que los resultados del próximo febrero no le arrastren y, sabiendo que las boletas son aparte, que esto es un «sálvese el que pueda», no cargar lastres pues, Santo Domingo Norte lo perdieron, Santo Domingo Oeste tiene un panorama crítico con el hartazgo de la población con el imposible de reciclar Francisco Peña, sin legado que mostrar y con un Aquilino Serrata (SON), empujado incluso por los molestos por el proceso igual fraudulento contra Andújar, andando con suerte al parecer en San Luis, pero nebulosa en Guerra y Alcarrizos, asoman posibles resultados adversos para el partido de gobierno, toda vez que Santo Domingo Este parece perdido debido a las torpezas del candidato impuesto por elecciones fallidas que han provocado apatía y división, junto a la no adhesión de los dirigentes del partido en la más importante plaza electoral.
La espuma de Cristina comienza a desvanecerse, queda por Antonio buscar no correr, tener el «timer» de la política a su mano y, sobre todo, cuidar con quién se retrata, nunca olvidar que los adversarios saben pelear y pelear bien.