Lejos de la ciudadanía, algunos más preocupados por engrosar sus bolsillos que de hacer su trabajo, la sala capitular de Santo Domingo Este parece más una gallera de desenfrenados picoteros que un lugar donde se piensa en el bienestar de una ciudad y casi un millón de habitantes.
Regidores asesinados, secuestrados o autosecuestros, señalamientos entre colegas, griterías, marrullas, dinero de mano en mano, ofensas, burlas… al final la prensa eso es lo que reflejan y los videos de las secciones dejan mucho que desear.Luego de tantos meses, ¿en qué ha avanzado el municipio?, ¿qué se puede acuñar que esta Sala Capitular aprobara que no fuera parques y bustos?
La confrontación por el sustituto del asesinado regidor del PRM ahora desvela pactos, incongruencias y nadie quiere ahora hacerse cargo pues los tribunales amenazaron a quien osará hacer algo por encima de la ley.
Pobre cuidad, pobre política, de mal a peor.