Los espacios públicos son invadidos por los automóviles a lo largo de todo el territorio de Santo Domingo Este, sin que las autoridades locales pretendan poner orden y cuando tratan de hacerlo no son consecuentes.
Es claro que no existe vínculo entre las autoridades y los dueños de negocios que incluso ejecutan sus empleos en plena calle.
Es usual ver arreglos de autos, lavaderos improvisados e incluso tareas de corrección de golpes en plena calle o peor, aceras en medio de la ausencia de políticas públicas para que la población aprenda de una vez a cumplir la ley y ser más ciudadanos.