La deplorable situación de varias escuelas en Santo Domingo Este mantiene en peligro el desarrollo del nuevo año escolar, situación que tiene a los padres, docentes y estudiantes en total incertidumbre.
Tras haber recibido múltiples promesas por parte de las autoridades, los residentes en los sectores El Bonito, El Naranjo y el Nuevo Amanecer de San Isidro han amenazado con lanzarse a las calles a protestar de manera unánime para exigir la urgente intervención de los planteles.
Afirman que las escuelas Manuel Llanes, Cinco Panes y Dos Peces y el Liceo Emmanuel no se encuentran en condiciones de recibir a los estudiantes por el peligro que conlleva desarrollar las actividades en espacios con paredes agrietadas, filtraciones, pisos rotos, sin electricidad y con peligro de derrumbe.
En la Manuel Llanes, ubicada en El Naranjo, la docencia no ha iniciado todavía por los graves problemas de infraestructura y espacio. A pesar de que las autoridades iniciaron la construcción de seis aulas provisionales de aluzinc y plywood a la fecha estas no han sido terminadas.
Anteriormente, los estudiantes de tercer grado recibían las clases bajo tres árboles por la falta de espacio. Tras la insistencia de los comunitarios recibieron seis aulas temporales, que no son suficientes para la gran cantidad de alumnos.
Los residentes del sector están a la espera de que se concluyan los trabajos en la escuela que fue prometida hace más de cuatro años.
La presidenta de la junta de vecinos, Juliana Pérez, junto a la representante de la Sociedad de Padres del sector, Crismel Cubilete, advirtieron a las autoridades que de no solucionarse cuanto antes la situación de la escuela, la comunidad se lanzará a las calles a protestar.
Desalojados. Otros que también amenazaron con protestar son los comunitarios de El Bonito, en San Isidro, puesto que corren el riesgo de ser desalojados en cualquier momento de la casa en la que funciona la escuela Cinco Panes y Dos Peces por el incumplimientos en los pagos del alquiler. En caso de que eso suceda, no podrían seguir impartiendo clases.
Los 700 niños que tiene el centro en las tandas matutina y vespertina están a punto de perder el año escolar si el Ministerio de Educación no los reubica cuanto antes en otro lugar.
Alrededor de siete años lleva esa escuela dando tumbos de un lado para otro y ahora funciona en una vivienda familiar de tres habitaciones donde se albergan los más pequeños; en la sala, cocina y comedor hay cuatro cursos improvisados, mientras que en la marquesina están los de quinto grado y en la galería funciona la dirección.
Tiene además tres secciones que reciben clases al aire libre por la falta de espacio. No tienen pizarras, las sillas y mesas están en muy malas condiciones y cuando llueve se mojan.
Sin terminar. A más de seis años de iniciada la construcción del liceo Emmanuel, en el sector Nuevo Amanecer, los estudiantes deben recibir docencia en una escuela en mal estado, con poco espacio y vulnerable ante las inundaciones debido a la paralización de los trabajos del plantel.
Los profesores del centro demandaron de las autoridades la pronta terminación de la escuela.
Aseguran que ya no aguantan más la situación de abandono en la que están desde el año 2012.
“Cuando llueve no se puede dar clases, aquí todo se inunda y por eso hay despachar a los muchachos desde que se nubla porque el patio y las aulas se llenan de agua”, indicó Marcia García, profesora del centro.
