Lejos quedó el tiempo en que los trabajadores, jefes de departamentos, directores, de la Alcaldía de Santo Domingo Este, trabajaban por servir al pueblo con amor, en un clima de paz, izando patrióticamente la bandera todos los días, creyendo en obrar para bien, por el país, por la patria, por educación, salud, deportes, cultura.
La actual Alcaldía de Santo Domingo Este ha puesto a circular una orden a sus niveles de dirección donde se les obliga a trabajar más horas que las debidas, so pena de ser cancelados.
El aspecto si es legal o no obligar a trabajar más sin pagar horas extras, queda en el ámbito de la ley, lo grave es la falta de liderazgo porque cuando un «jefe» está en la calle, con ahínco, sacrificio, dedicación por los demás, se entiende que los que trabajan con él se sintonizan con sus deseos, sus sueños, sus propósitos y este, no es el caso, ahora, hay que obligarlos.
A mes y pocos días de estrenarse el nuevo alcalde sus designios inhumanos se anidan mal en los corazones y tendrá, seguro, consecuencias en el rendimiento.
Nada que hagas obligado sale bien y lo peor es que este dijusto va en aumento, aunque aún no se manifieste.
La falta de liderazgo es evidente cuando se tiene que recurrir al miedo de ser cancelado.
Las tropas leales se mueven donde el líder les diga con deseo y entrega, lo demás, es represión y miedo.
No es menester, además, recordar que la anterior administración entró en pandemia y no se vieron este tipo de medidas arbitrarias y dictatoriales sino al contrario, el equipo funcionaba como un reloj sin que el Alcalde tuviera que decirles qué hacer, porque la buena gerencia, se trata de eso.
Una Alcaldía que se entregó completamente avituallada, todo funcionando, no debió ser noticia por desastres de falta de gerencia y excesos de mandatos no propios incluso del siglo XXI.
La humillación siempre tiene sus límites.
@Fdo_Buitrago
