Por nuestro tipo de trabajo, vamos recorriendo las redes, una por una, todos los días, varias veces al dia y, como redes al fin, en las que no este, ni veo, ni leo ni oigo, sin embargo algo se aprende.
Las pasadas elecciones dejaron a demasiadas personas tiradas en la lona y aun no se levantan.
Es claro que de un contexto de hegemonía casi total, sumando asfalto y adicionando a ello, en campaña, un tsunami de recursos repartidos por doquier y pasar a ser derrotados no es facil e incluso hoy, a muchos les cuesta entender qué fué lo que pasó que perdieron Senador, Presidente, Alcalde diputaciones y la mayoría de las regidurias de Santo Domingo Este.
Las redes temprano se han visto plagados de personas descontroladas que, de forma incluso a veces ofensivas y otras reiterativas con el único propósito de molestar o descargar su ira, van destinaldo su bilis por doquier, por solo el hecho de haber perdido espacios.
Por la propia naturaleza del partido que hoy gobierna, donde parte de la militancia opta siempre por hacerse oposición a si misma, disparándose en el pie para hacer un flaco favor al adversario, de ellos hay quien se suma en un manto moraoazuloso por los que ellos consideran sus enemigos… los que gobiernan.
Si todo quedara aqui, pero no acaba.
En este proceso quedó tendido en el suelo todo el entramado de cuasi organizaciones que van desde legales a ilegales, que dicen representar las comunidades y comunitarios que durante un tiempo bailaron al compás del poder de turno y apoyaron incluso sus cadidatos, en una dicotomia de lealtades pues, o eres leal a la ciudadanía o eres leal a un propósito político electoral, estos tambien quedadon sin funciones y hoy corren a ver cómo mantener la mina de prevendas y figureos que mantenian su modus vivendi.
Muchas de las ONGs formadas bajo el amparo de los viejos gobiernos han tenido que cerrar por falta de fondos porque terminaron siendo simples mensajeros de las dádivas a repartir gracias al clientelismo político.
Por desgracia, estas realidades del día a día, estas frustraciones han convertido a un grupo numeroso que llamados líderes… hoy sin tropas, en personas o grupos de personas completamente tóxicas y es por el hecho que en vez de atender de corazón las comunidades lo hacian pensando en sus proyectos personales o de grupos, del lucrarse con los comunitarios, del vivir del cuento.
Las redes se tornan insoportables pues los ciudadanos y comunitarios que verdaderamente quieren lo mejor para sus barrios ven asaltados sus espacios y eventos por los que antes estaban bien pero que al perder poder optan por implosionar los procesos, entorpecerlos, con tal de ser ellos quienes sean tenidos en cuenta nueva vez y encontrar cercanías con los nuevos administradores de las minas del clientelismo.
A esto se suman los políticos o enganchados a ello que no han entendido que la campaña aun no comienza y rellenan los grupos y comentarios en las redes de textos llenos de odio, ofensas a los interlocutores, memes, burlas, en un comportamiento errativo y tóxico del que poca gente y pocos escenarios se pueden escapar.
Por suerte, otros políticos, incluso de oposición, esperan el turno de la competencia electoral que aun está muy lejos para sacar sus tropas al ruedo… los que vemos hoy desenfrenados e incluso, irrespetuosos, pertenecen no a la política, sino a la parapolítica que con mantos de supuestos políticos y peor, de líderes comunitarios, terminaron desnaturalizando tanto la política local como el mundo de las comunidades y las luchas sociales, llegando a cubrir todo con sus guiones de picapica ilustrados hoy transformado en toxicidad desenfrenada.
Estos personajes, sean de partidos políticos o no, están condenados al fracaso y ser reemplazados por nuevos liderazgos que son más humanos e incluso, con más preparación política no dados al recibir dádivas y al acomodar sus vidas en lo que le den sino en lo sus luchas sean capaces de conseguir.