La confianza depositada por los ciudadanos de Santo Domingo Este en su administración municipal se ve gravemente traicionada con la reciente decisión de permitir el parqueo de guaguas privadas en un espacio público de vital importancia: la Parada de la Cultura Ramón Oviedo. Esta acción, llevada a cabo por la nueva administración municipal, constituye una afrenta al pueblo de Santo Domingo Este y una violación flagrante de sus derechos.
El Parqueo de la Parada de la Cultura es una de las principales conquistas del pueblo de Santo Domingo Este, un espacio público diseñado para el disfrute y la recreación de la comunidad. Sin embargo, la decisión de permitir que guaguas privadas invadan este espacio es una clara traición a los principios democráticos y a los intereses de los ciudadanos.
El actual senador Antonio Taveras, junto con el ex-Alcalde Manuel Jiménez, lideraron la lucha por alejar la contaminación de las guaguas de esa área, buscando preservar este espacio para el disfrute de la comunidad. El presidente Luis Abinader ha reconocido este esfuerzo como uno de los principales logros de su gobierno, al decidir no continuar con la invasión que propició el gobierno anterior.
Esta «invasión» no declarada es una afrenta al patrimonio público y una clara muestra de falta de respeto hacia los ciudadanos de Santo Domingo Este. Además, constituye una traición al partido de gobierno al cual pertenece la administración municipal, ya que va en contra de los principios y valores que este representa.
Es imperativo que las autoridades municipales rectifiquen esta situación de manera inmediata y tomen las medidas necesarias para garantizar la integridad y el buen funcionamiento de la Parada de la Cultura. El pueblo de Santo Domingo Este merece respeto y dignidad, y no permitirá que su patrimonio público sea pisoteado por intereses particulares o políticos. Esta acción además de traición, es contra la candidatura del senador y la reelección de Luis Abinader.
