«LA MUERTE NO ES VERDAD SI SE HA CUMPLIDO BIEN LA OBRA DE LA VIDA» José Martí
Robert fue la persona que tuve al lado porque llegó a el voluntariamente, a indicarme desde actitudes a la hora de estar en la Sala Capitular, hasta cómo enfocar bien una escena de un video, siempre a la orden, siempre desinteresado y hasta un boche me gané un día por pedir una entrevista pues, si algo sabia, Robert, es que a los políticos no se les pide entrevista, el 4to poder hay que ejercerlo, aunque no lo hagas como otros quieren.
Sí, es seguro que cada medio posee y debe ser así, líneas editoriales diferentes, es posible que los rasgos éticos, morales, religiosos, humanos, sociales, no terminen siendo entre los directores de medios, los mismos, estos, hasta la saciedad, hasta ser como el día y la noche, pero nunca, lo que nunca debe ponerse en riesgo es la parte humana del periodista, esa que muchos la colocaron en el fondo de un cajón, pues incluso dedican su vida a socavar el bienestar de sus colegas en el peor de los casos y en otros, a que su guía sea la indiferencia, el egoísmo y el chisme.
La muerte de Robert llama, a los que posiblemente no fuimos sus amigos, pero si sus más sinceros colegas, a, tomando su espíritu de emprendimiento, de convencimiento del papel del 4to poder frente a los demás poderes, de ir delante y no detrás de nadie, y menos, arrodillados a otros, a seguir adelante e incluso, aplicando la crítica cruda, pero constructiva, sin colocar el manto hipócrita de la aparente perfección pues, nadie lo es.
La gente está viva mientras existan personas que le recuerden y la imagen de, en un evento de campaña, él acercarse a mí para ver si yo estaba enfocando bien la escena, para darme consejos, reventando mi teléfono cuando vio en un grupo que yo pedía una entrevista, recordándome que no debo nunca rogar, ni pedir, sino que ser periodista es también un poder real, que me debía ante todo darme el valor y no estar de perro faldero de nadie.
No sé si esta actitud Robert la mantuvo con otros, conmigo fue muy duro en sus enseñanzas y solo espero no haberle desilusionado, sino mantener sus enseñanzas con los riesgos que esto entraña.
No importa, no, no importa, si se está en muchos tópicos en desacuerdo, lo único importante es ser Periodista, porque periodista es una palabra inmensa por la responsabilidad que ello posee y que pocos, muy pocos, entregando su alma y sirviendo de impulso a otros poderes, entienden.
No importa si Robert se enteró a tiempo, o su familia, que estuvimos
Estas son mis condolencias, como él seguro querría que las hiciera, colocando el real Robert, revolucionario, ateo, confrontativo, nunca complaciente, emprendedor, porque siempre estaba a la caza de lo más innovador y no solo eso, sino que te guiaba a que igual, innovaras, y no hay paso para las frías condolencias, sino a las sinceras, las que se expresan estando ahí, pendientes, cuando la gente lo necesita, y no en adiós sin corazones, como la mayoría.
Un sincero Adios, a MI PROFESOR
por @fdo_buitrago Fernando Buitrago