Whatsapp se ha convertido en los últimos años en el gran objetivo de ciberdelincuentes, sabedores de las posibilidades que tiene de éxito en una app que en la actualidad cuenta con 1.500 millones de usuarios al mes.
Los virus y estafas que tratan de entrar al móvil a través de Whatsapp buscan, en la mayoría de ocasiones, hacerse con nuestros datos personales o bancarios. Como indican desde Xataka Movil, suelen valerse por lo general de versiones antiguas de la aplicación.
Se suelen camuflar de diferentes maneras. Lo más habitual es aquel mensaje con un enlace a algo curioso, a una supuesta oferta o a un concurso. En todos estos casos, al hacer clic en el enlace suele iniciarse la descarga del código malicioso que puede dañar nuestro smartphone.
Otra forma es a través de falsos mensajes que indican que hay que actualizar el software bajo una apariencia de notificación de Whatsapp. También pueden aparecer, como ha ocurrido en los últimos tiempos, mediante la adición del usuario a un grupo llamado ‘WhatsApp’, al que se es añadido por un número desconocido (generalmente con prefijo +44) y en el cual se acaba recibiendo un mensaje que le informa de un premio «no reclamado» con un enlace para hacerlo.
En muchos de estos casos, al acceder a esos enlaces, el usuario comienza a ver cómo se abren una serie de ventanas y pop-ups en los que se les exige una serie de datos personales sensibles.
Algunas formas de percibir que el dispositivo está infectado por un virus son la aparición de estas ventanas pop-ups mientras se navega, redireccionamientos a webs sin nuestro consentimiento, e incluso instalación de aplicaciones no deseadas y que pueden llegar a ejecutarse sin nuestro consentimiento.