Lamentablemente, las campañas para la Alcaldía de Santo Domingo Este distan mucho de cumplir con las expectativas. Los aspirantes exponen los problemas y sus posibles soluciones en caso de ganar la contienda, pero además, los planes para llevar al municipio hacia el desarrollo y fomentar un clima propicio para la inversión.
Los videos que observamos de los aspirantes se enfocan en venderse como agentes generadores de empleo, prometiendo puestos de trabajo como si fueran repartos de pastel presupuestario, o en críticas trilladas y, en muchas ocasiones, infundadas hacia la actual administración. Sin embargo, escasea el contenido que vislumbre cómo podría ser la ciudad del futuro.
Hace tan solo tres años, Santo Domingo Este era una ciudad caótica, con espacios públicos emblemáticos convertidos en áreas degradadas, repleta de basura, un cementerio en estado de abandono, y un sentimiento de bochorno que la invadía. Estaba prácticamente secuestrada por un «sindicato» que trataba el espacio público como si fuera de propiedad privada. Los mercados presentaban una problemática similar, especialmente el del Almirante, concentrado en unas pocas manos. Los bomberos se encontraban en el olvido y los parques emblemáticos de la ciudad estaban plagados de drogas y prostitución. Incluso el Paseo del Calero estaba cubierto de basura y maleza. Hoy en día, todos estos aspectos han experimentado una notable recuperación.
La lista de logros de recuperación es extensa, marcando un punto de partida crucial para el resurgimiento de la ciudad. Esta transformación involucró convertir un espacio poco urbanizado pero con parques y paseos hermosos, concebidos en la época de Balaguer, de ser abandonados e incluso lograr que los ciudadanos creyeran que la tarea de un alcalde se limitaba a «recolectar basura» y crear parques.
La disciplina financiera, el aumento en la recaudación, el establecimiento de flotillas de camiones propios para evitar depender de terceros, incluyendo la contratación de personal, la organización de las Juntas de Vecinos y otras medidas como la creación de un refugio de animales y una oficina de atención al turismo, han representado grandes avances en la construcción de la ciudad que deseamos y que nuestro pueblo se merece.
Aunque todavía queda mucho por hacer y educar, el reto es transformar al ciudadano en un individuo consciente de su papel y que participe activamente en la limpieza y en la educación, incluida la educación ecológica, para mejorar nuestros espacios día tras día. Sin embargo, la mayoría de los aspirantes a la Alcaldía de Santo Domingo Este, con pocas excepciones, parecen ignorar todos estos temas y se centran exclusivamente en la «crítica puntual» como su única estrategia para impulsar sus aspiraciones.
Es realmente lamentable
