Conversé con un otrora, al parecer, amigo, sobre el derrotero que sus aspiraciones sufrirá, pensando que, por interno, la gente puede dialogar.
Es curioso sin embargo, no solo se cree su propio cuento, como un «porno político», sino que además, enarboló escenarios irreales como si Disney fuera.
Aspirantes sin tropa, encuestas manipuladas, medios sumados a candidaturas, todo un «berenjenal» divertido de una puesta en escena patética, cada quien aplaudiéndose a veces, incluso, frente al espejo.
Al amigo lo he visto llegar a lugares y no ser aplaudido, como es que alguien que dice «ganará» le apoyan 0 personas, y su nombre no causa reacciones como alguien que quiera retratarse con él (o ella).
No se puede debatir contra la tozudez que termina convirtiéndose en estupidez, cuando la persona subida en su ego, contando con «sus cuartos», cree puede comprar el universo. Es mejor dejarles que se crean su propia «película» a la que seguro ni «dobles quieren».
Tengo que seguir aprendiendo.
Debo primero evaluar si el político está «simulando» (casi la mayoría), que aspiran para conseguir otras cosas, o bien ha entrado en el «trance» de creerse sus cuentos, sus propios cuentos.
Es lógico que, cuando uno expresa lo que cree dado los números y las estadísticas, el que recibe las «desagradables nuevas» termine señalando que uno, como prensa, tiene preferencias, eso es normal, la verdad no es para todos los oídos… no lo es,
Aún no termina el año… el 2023 será épico y hay que prepararse para ver shows mediáticos que parecen verdad y no es más que simulaciones que no suman un voto, así de crudo, así de simple.
Hay que dosificarse.
@fdo_buitrago Fernando Buitrago