Zafacones como Marca Ciudad de Santo Domingo Este, Análisis de Opinio de Winston Báez

El texto de Winston Báez, publicado como una crítica a la gestión del actual alcalde de Santo Domingo Este, Dio Astacio, pone en tela de juicio la efectividad y la visión detrás de la marca ciudad «Costa del Faro», lanzada en febrero de 2025. Báez, con su experiencia como exregidor, estructura su argumento en tres ejes principales: la falta de sustento técnico y estratégico en la elección de la marca, la incoherencia del nombre con las características del municipio y la priorización de recursos en acciones que no reflejan un plan integral de desarrollo.

Báez señala que no se han hecho públicos estudios, encuestas ni consultas con expertos para justificar la selección de «Costa del Faro» como identidad del municipio. Este punto es relevante, ya que una marca ciudad exitosa debe reflejar no solo las características físicas o históricas de un lugar, sino también las aspiraciones y la identidad colectiva de sus habitantes. La ausencia de un proceso participativo o técnico documentado podría debilitar la legitimidad del proyecto, sugiriendo que responde más a una decisión unilateral que a una estrategia consensuada.

Además, el autor cuestiona la pertinencia del nombre elegido. Aunque Santo Domingo Este tiene una extensa costa, carece de playas funcionales para el turismo, un aspecto en el que otros municipios costeros del país llevan ventaja. Este argumento es sólido: en un país como República Dominicana, donde el turismo de playa es un motor económico clave, promover una «costa» sin atractivos balnearios parece poco competitivo. Por otro lado, la referencia al Faro a Colón como símbolo identitario introduce una ambigüedad, ya que, como menciona Báez, este monumento tiene connotaciones controversiales para ciertos sectores, lo que podría limitar su aceptación como emblema unificador.

El segundo eje crítico del texto es la desconexión entre la marca ciudad y un plan concreto para transformar Santo Domingo Este en un destino turístico o de inversión, como prometió el alcalde. Báez argumenta que una marca ciudad no debe ser solo una campaña publicitaria, sino el reflejo de políticas de desarrollo, innovación e incentivos. Esta observación alinea el texto con principios básicos de urbanismo y marketing territorial: sin infraestructura, servicios o proyectos tangibles que respalden la marca, esta corre el riesgo de quedar en un eslogan vacío.

El autor respalda esta crítica con datos sobre el presupuesto municipal. A pesar de contar con un aumento significativo de recursos —3,500 millones de pesos en 2025, mil millones más que el año anterior—, la inversión se ha concentrado en la recolección de basura (540 millones de pesos) y en la compra y mantenimiento de zafacones (230 millones de pesos). Aunque la gestión de residuos es una necesidad básica, Báez sugiere que esta priorización refleja una visión cortoplacista, incapaz de sentar las bases para un desarrollo turístico o económico sostenible.

En su conclusión, Báez califica la gestión de Dio Astacio como enfocada en «la adquisición de contenedores de basura» y tilda el proyecto de «Costa del Faro» como un «capricho» del alcalde, más orientado a ganar notoriedad que a beneficiar a los munícipes. Este tono crítico, aunque directo, se sostiene en los datos y observaciones previas, lo que le da coherencia al texto. Sin embargo, el escrito podría beneficiarse de propuestas alternativas o ejemplos de lo que el autor consideraría una gestión exitosa, para equilibrar la crítica con una visión constructiva.

Escrito de Winston Baez

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